Cristina Jolonch publica en el periódico La Vanguardia un artículo dónde recoge las dos últimas elaboraciones de David Seijas, ex sumiller de Ferrán Adriá en el mítico "El Bulli", que allá por el 2018 comenzó su proyecto de bodega bajo el nombre de "Gallina de Piel" con el objetivo de desarrollar vinos con un perfil muy gastronómico conducidos por la fruta, la acidez y el frescor,
evitando en ellos el dominio de la madera, matices estos que ayudan a que respeten muy bien las elaboraciones culinarias.
Su filosofía de elaboración surge de la sinergia con bodegas referentes de diferentes zonas vitícolas del país con las que David ya ha elaborado hasta el momento cuatro vinos y ahora presenta sus dos nuevas vinificaciones siendo una de ellas Mazapé 2019 en la que colabora con el equipo de Viñátigo y en concreto con nuestro director Juan Jesús Méndez, a quien le une una gran amistad.
Te dejamos el artículo completo de Cristina Jolonch dónde explica este peculiar proyecto de David Seijas y de nuestra bodega.
BARCELONA
05/02/2022 07:00
David Seijas deposita sobre la mesa lo que aparentan dos voluminosos libros, cuyas tapas levanta con sumo cuidado: no son tratados sobre el vino, sino estuches de cartón que esconden las dos nuevas botellas con las que culmina lo que considera la primera etapa de su peculiar proyecto de elaboración en lugares de lo más diverso, Gallina de Piel.
Después de homenajear al paisaje cercano a El Bulli, donde fue sumiller durante años, con el tinto Roca del Crit, de Cap de Creus; de apostar por la DO. Calatayud para crear Mimetic, por la DO. Penedès para su Ikigall y de elaborar Manar dos Seixas en Ribeiro, como tributo a los orígenes gallegos de su padre, ahora presenta sus dos nuevos vinos, los de gama más alta que ha sacado hasta el momento, o, como él dice, los más gastronómicos.
Gallina de Piel elabora vinos en lugares de lo más diverso
Se trata del Canyerets 2019, con uvas de una minúscula finca del Priorat, donde ha obtenido 300 botellas. El otro, Mazapé 2019, viene del norte de Tenerife, un paisaje que le entusiasma y donde ha trabajado junto a un sabio elaborador y estudioso al que admira, Juan Jesús Méndez, de Bodegas Viñátigo. Con estos dos vinos, que se venden a 70 y 45 euros respectivamente, considera finalizada la primera etapa de este proyecto con el que explica, se siente feliz y ligero de equipaje "porque sin contar con viñedos ni bodega propios, puedo elaborar vinos y establecer sinergias con viticultores”.
La segunda etapa arrancará con la presentación de un libro en el que trabaja, inspirado en la tabla periódica de los elementos que pretende hacer más comprensible el lenguaje del vino.
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