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Juan Jesús Méndez:“Nuestros vinos tienen singularidad y calidad”

Tribuna de Canarias, el periódico regional líder de información Económica y Política en las Islas Canarias, publica en su edición de este mes de octubre una entrevista al director de nuestra bodega, Juan Jesús Méndez, donde explica como la bodega ha afrontado este difícil año de pandemia y el porque del prestigio internacional de la marca y elaboraciones de Viñátigo basado en la defensa y recuperación de las variedades autóctonas y el respeto medioambiental en el cultivo y elaboración para lograr la mayor singularidad y reflejo del terroir en nuestras elaboraciones.

Te reproducimos el contenido íntegro de la misma.

 

REDACCIÓN | TRIBUNA DE CANARIAS


¿Ha sido un año difícil para esta bodega?

Para nosotros ha sido un año tremendamente complejo, nuestro producto está condicionado por la hostelería, que ha estado a un nivel muy bajo. La restauración ha estado facturando menos de un 50% durante todo este tiempo.

En cuanto a la exportación, los principales países de destino como son EE.UU o Bélgica también han tenido la restauración cerrada, con lo cual han descendido estas ventas.

Ha sido un año muy difícil porque la viña y el cultivo no entienden de pandemia, hemos tenido que tener al personal activo y parte de la bodega; los gastos han sido altos con ingresos bastante mermados.


¿Hablamos ahora de una cierta recuperación?

Sí, se está viendo recuperación a nivel interior en la restauración, empieza a verse algo también en la hostelería. Esperemos que a partir de octubre retomemos una actividad más normal.

El mercado de exportación ha comenzado a recuperarse, sobre todo en EE.UU con la eliminación de las tasas que impuso la administración de Trump y que la nueva administración americana ha quitado durante un tiempo.


¿Cree que están los vinos canarios por fin de moda tal y como se está luchando hace años?

Creo que el reconocimiento que están obteniendo es mayor, sobre todo fuera, y eso nos está ayudando a mejorar la percepción que los propios canarios tienen de nuestros vinos.

Todavía hay gente que sigue viéndolos como vinos de segunda y que sigue apostando por vino de importación con menos calidad sin darse cuenta de la calidad que tenemos aquí.


Cuando hablamos de esta bodega hablamos de calidad, una calidad que se ha labrado durante años… Creo que si hay algo que nos diferencia es la apuesta por la singularidad, la apuesta por la diferenciación. En Viñátigo, desde un primer momento, frente a esas tendencias que hablan de introducir especies foráneas para crear un vino de calidad, nos mostramos en contra.

Creemos que nuestros vinos tienen singularidad y calidad, siempre hemos sido una bodega abanderada en Canarias en lo que es la recuperación de las variedades autóctonas.

Por otra parte, llevamos muchos años trabajando en una línea de máximo respeto al medio ambiente, haciendo un cultivo sin herbicidas, sin productos químicos, trabajando en la bodega con estrategias que favorezcan al máximo la expresión de la singularidad y diferenciación de nuestros elementos. Eso nos ha generado una imagen y un prestigio.


¿Qué peculiaridades tienen los vinos de Bodegas Viñátigo?

Elaboramos una serie de vinos monovarietales, son todo pequeñas producciones que van numeradas, elaboradas consiguiendo unos principios de mínima intervención y máxima expresión de cada una de las parcelas y las uvas.

Hemos iniciado, desde hace casi una década, un proceso de estudio de los ensamblajes de estas variedades y tenemos colecciones de vinos de una única parcela.

En total tenemos más de 25 vinos diferentes, que para una bodega de nuestras dimensiones es realmente notable.


¿Siguen experimentando y abriendo camino a nuevos vinos?

En ese sentido seguimos ahondando en lo que son vinos de una única parcela, aunque participen diferentes variedades. Vamos a sacar un vino nuevo de una parcela muy especial situada en Taganana. Seguimos elaborando Laderas de Teno, que es un vino de la parcela que tenemos en el macizo de Teno. Hemos sacado un listán blanco este año y un espumoso rosado de listán negro, acorde a la tendencia del mercado.


“Elaboramos una serie de vinos monovarietales, son todo pequeñas producciones que van numeradas, elaboradas consiguiendo unos principios de mínima intervención y máxima expresión de cada una de las parcelas y las uvas”

Han sido pioneros en cuanto a las visitas a las bodegas, ¿Cómo llevan esta actividad con las limitaciones que ha conllevado el coronavirus?

La verdad es que bastante bien, muy sorprendidos con la acogida. Semanalmente tenemos bastantes visitas, sobre todo de turistas y gente que nos contacta a través de internet. Tenemos visitas lunes, miércoles y viernes a las 12:00. Nunca superamos las 10 personas por visitas.

Son visitas con un nivel de calidad bastante alto, no queremos hacer un producto masificado. Queremos hacer un producto de mucho valor añadido donde el turista es guiado por un personal bastante cualificado, con un lenguaje bastante fácil de aprender y con el que le explican nuestros cinco siglos de historia, para terminar con una cata de una selección de vinos que les haga llevarse una visión bastante real y buena de lo que son nuestras bodegas.

El turista pone en valor y conoce nuestro producto, también ese turista que se lleva nuestra marca a su país de origen es un cliente potencial dentro de nuestra estrategia de exportación.


¿Qué necesitan los bodegueros y enólogos de esta isla para llevar sus vinos y sus productos a un siguiente nivel?

Nos hace falta unidad, es un sector muy fragmentado e individualista, un sector en el cual las decisiones se toman muchas veces en base a intereses que no precisamente de los viticultores y bodegueros. La culpa es, sin duda, del propio sector, que es un sector débil y endeble, no ha asumido su responsabilidad en la representación y en la toma de decisiones. Sería necesario avanzar en ese camino para conseguir la unidad que permita obtener metas.

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